Es algo especial tener papá.
Decir,tengo papá.
Se puede ser muy grande de edad, y aún es una felicidad tener papá y mamá.
Cada que mis padres me visitan, sé muy bien, que tal vez sea la última vez que lo hagan.
Papá tiene 81 años de edad.
Y le es muy pesado el viaje,son 8 hrs. de camino en autobús, y menos horas,si mis hermanos lo traen en el carro.
Mi mamá Carmela, su esposa, y mi madre, porque me ha visto cuando lo he necesitado, también tiene sus añitos.
Cuando nos visitan,acá en ciudad Madero,Tamaulipas, los tratamos a cuerpo de reyes.
Mi esposo los lleva a comer fuera casi todos los días,de preferencia mariscos.
Vamos a la playa, pasean en Tampico, que luego se escapan de nuestros cuidados,y le juegan al novio, y se van solos a pasear, y nos da miedo;que si se accidentan,y luego mis hermanos se van a enojar,con nosotros.
Pero cómo le haces para detener a tus papás???
No son niños.
Cuando podemos,nosotros vamos a verlos a su casa.
Y bueno, esta persona de la foto,tan sonriente es mi padre.
Lo repito, que lindo es tener papá y mamá.
No importa la edad que tengas.
Y gracias a Dios, yo los tengo.
También tengo,otra familia, la de mi mamá biológica y su esposo,pero ésa es otra historia.
También la quiero, es mi madre,y pido a Dios Bendiga a mis padres y hermanos,a todos,a todos.
También le pido a Dios bendiga a quien lea estás lineas, ,tal vez a veces letras paparruchadas, pero así hablo,y así escribo.
Tendré defectos, pero también cualidades,y una de ellas, es mi sinceridad.
Escribo lo que siento y creo.
Gracias por su atención.
Marucha.
Mi esposo, el profesor Roberto Hernández Cervantes,tiene una familia numerosa.
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