Amig@s del blog

viernes, 5 de junio de 2009

Doña Conrada Castañeda García


Su amistad es un regalo que Dios me ha dado.
Tiene 96 años de edad.
Cuando la visito,que yo desearía que fuera con mayor frecuencia, recibo en sus pláticas perlas de sabiduría.
La semana pasada que la visité en su hogar,me dijo lo siguiente:
Yo siempre he sido muy feliz,muy feliz.
De nada me quejo.
Fuí la consentida de mi madre.
Sufrí mucho,mucho,cuando murió mi madre.
¿Pero,que haría ahora si todavía viviera ella?
¿ Como la cuidaría,si ya también necesito yo que me cuiden ?
Yo le digo a Dios, Tu sabes si yo amanezco.
Tu sabes lo que haces.
Y así vivo muy en paz y soy feliz.
Mis hijos y nietos me quieren mucho,nada me falta;es que son las bendiciones de mi madre que
aún están conmigo.
Porque la bendición de una madre, es para siempre.
La bendición de una madre, es para toda la vida.

Amistades